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Drifting Circuito San Juan, o cómo saciar tus ganas de hacer Drifting

10:30 am

Algún lugar junto a Arenas de San Juan, Ciudad Real

Una intensa niebla baja de estas que cala los huesos nos acompaña desde que abandonamos la Comunidad de Madrid y hace invisible nuestro destino hasta que no llegamos a la misma puerta. Tras haber recorrido un par de kilómetros por caminos de tierra encontramos el Circuito San Juan. El Volvo S60 Cross Country en el que llegamos nos sitúa en mitad de ningún lado en el GPS. Pero en realidad estamos a tan sólo dos kilómetros de Arenas de San Juan, en Ciudad Real. Nos recibe un hombre con gafas y aspecto campechano, es Emilio, el dueño del circuito. Tenemos la pista para nosotros solos y dos BMW E36 de 192 CV, gasolina por supuesto, listos para rodar en la pista. Miento, no tienen gasolina. «Chaaaaaaacho, gasolinaaa» grita nuestro anfitrión a su mecánico, para que nos saque tres garrafas de 20 litros cada una para ir a por gasolina, a una gasolinera a tres kilómetros del pueblo. 80 euros de gasolina, que fueron suficientes para toda la jornada.

Una vez llenamos los depósitos Emilio comienza a explicarnos las normas de seguridad y uso en pista. Lo más importante la distancia de seguridad, no ir como un loco, hay que empezar despacio para ir cogiendo el punto al gas y hacernos con el coche, algo importante a esas horas, pues la pista estaba húmeda. Acabadas las formalidades, nos montamos en los aligerados BMW. En su interior, pedales, baquets, volante y un indicador de temperatura chino. Nada más. Salimos a pista los dos coches, y empezamos a tantear el circuito, muchas curvas, algunas más lentas y cerradas y otras más rápidas y amplias. Entonces, como si por una oreja hubiera entrado y por otra salido, uno de nosotros empieza a ir como alma que lleva el diablo y claro, trompos y más trompos. Por radio, una en cada coche, escuchamos un «no corras taaanto chaaacho«. Los coches llevan el diferencial soldado, por lo que el golpe de gas y el giro de volante es suficiente para poner de lado el culo y quemar goma. Vamos cogiendo el tino y llegan los primeros derrapes a lo Fast And Furius, pero acto seguido, trompo. Ramón y Sergio van a todo rabo, despendoláos, prácticamente no hay una vuelta en la que no den un trompo. Valladares  y yo vamos algo más sosegados, pero es difícil no venirte arriba después de enlazar dos curvas derrapando y trompear.

La sensación de ir de lado es divertidísima, tu cara esboza una sonrisa cuando logras ir de costado viendo la próxima curva por la ventanilla. Comenzamos a hacerlo mejor, vamos yendo más rápido y haciendo derrapes más largos. Sin embargo alguna curva se nos sigue resistiendo. De repente se escucha un «clocloclocloclo», vamos sobre la llanta, la primera goma ha caído. La segunda no tarda en llegar. Y esas mismas gomas nuevas caen a las pocas vueltas. Hacer trompos quemando goma (no el ir fino, a lo curso de conducción)las destroza enseguida, si se te va el coche, déjalo, no salgas derrapando o te comerás el neumático enseguida, lo que supone más dinero gastado. Paramos a comer y la niebla se va, ahora vemos bien todo el circuito. Mientras, el mecánico arregla el trapecio de la dirección que uno de nosotros, no diré quién, ha partido por entrar pasadísimo a una curva, después de haberlo castigado con los trompos y salidas de pista. No os asustéis, si se rompe algo por un uso normal, no pagas nada, los coches son viejos y sufren, por lo que es lo más normal del mundo, aún así aguantan como cab@#nes lo que les hacemos.

Por la tarde empezamos a parecer los reyes del drift, hasta que en la segunda curva nos vamos a por patatas. Ya enlazamos curvas derrapando y no corregimos tanto los movimientos del coche. La pista esta completamente seca y aprendemos rápido, realmente cuesta muy poco ir de lado, bien y bonito es cosa de cada uno y de la práctica. Durante el rodaje vas en segunda todo el rato. Llegas a la recta, primera curva, te abres, te tiras, golpe de gas, contravolanteo y… de lado 10 metros hasta la siguiente curva. Cada vez menos trompos, más derrapes, más bonitos, más disfrute. Cuando estamos «on fire» escuchamos por el walkie a Emilio «meter los coches que nos vamos. Chachos«. Son las 6, se ha pasado volando el día. Es lo que tiene divertirte y disfrutar como un jodido enano, que el tiempo vuela, casi tan rápido como los neumáticos de los coches. Llega la hora de pagar, ¿Preparamos nuestros riñones? No señores, 160 euros cada uno, ¡por todo! Son 140 por cabeza por alquiler de los coches y los neumáticos, de los cuales Emilio te hace descuento si te has comportado bien y no le has dado guerra. 260 euros un coche para dos personas, más luego 7 euros cada neumático, y la gasolina, que en nuestro caso fueron 20 euros por cabeza ya que eramos 4.

Más que recomendable. Por menos de 200 euros te pasas un día entero disfrutando haciendo drift, te partes el culo con Emilio y sus comentarios y te vuelves a casa con la sensación de ser un Drift King. Eso si, en la carretera nada de ir de lado, no es un circuito.

Todos los precios* y eventos: www.circuitosanjuan.com

*Nosotros no tenemos nada que ver con este circuito. Para conocer todos los precios, fechas y organizaciones de eventos has de ponerte en contacto con ellos directamente en la web anterior.

EXTRA: ¡A ver esas fotillos!